Este edificio histórico de tres plantas tiene alrededor de 1000 metros cuadrados. A lo largo de la historia ha recibido varios usos. Fue construido en 1892 por el farmacéutico José Sánchez Navarro, un señor muy pudiente y reconocido en toda la comarca, con una vida plácida dedicada a su oficio en la planta baja del anterior edificio. Fue en el año 1891 cuando su vida dió un giro a la par que la de muchos almerienses en varios puntos de la provincia, pues el día 11 de septiembre una terrible inundación dejó cuantiosos daños materiales y víctimas mortales.
La inundación arrasó el pueblo Albox.

Fue entonces cuando José Sánchez Navarro perdería su casa, el diario la voz del pueblo recuerda como de inmensa fue la riada indicando, que las aguas cenagosas cubrieron ese día las cúpulas y el lucernario de la vivienda.

Como podemos observar se encuentra muy próxima a los muros de contención elaborados años más tarde para evitar este fin.

En ese momento Juan Sánchez erige su nueva vivienda en el mismo emplazamiento, sus vicisitudes continuaron y un año más tarde perdería a su esposa, haciendo cambios trascendentales en su vida y en el edificio. Tras dedicarse por un tiempo a la vida contemplativa, a finales del siglo XIX descubrió su religiosidad y fundó en este edificio un Hospital para pobres llamado “San Juan de Dios” que era lo que hoy conocemos como una residencia de ancianos. En noviembre de 1896, la función de este edificio se amplió con la llegada de las “Hijas de la Caridad”, asociación fundada por Vicente de Paúl en 1633, quienes inauguraron las clases de párvulos y de mayores. En el interior del edificio se colocó una capilla, cuya inauguración coincidió con la entrada al nuevo siglo. El tipo de enseñanza que se impartía era gradual y principalmente moral y religiosa. Para la admisión de los alumnos era necesario que fueran acompañados por un adulto, presentando la fe del bautismo y su carné de vacunación. Se mantuvo la función de hospital hasta pasada la guerra civil.

En torno al año 1950 se inauguró el instituto laboral solo para hombres, como recuerdan algunos vecinos del municipio, y posteriormente las Hijas de la Caridad instalaron un ciclo superior para que las chicas pudieran estudiar igual que los chicos. También se instauró la EGB en sus primeros cursos, además de enseñar solfeo, piano y coros y rondallas. En 1996 el edificio fue abandonado por la Compañía y como dictaba en la escritura del presbítero fue donado al obispado. En los últimos años y gracias a la insistencia de la corporación municipal presidida por el alcalde Don Francisco Torrecillas, se llegó a un acuerdo con el Obispado y el equipo de gobierno rehabilitó el edificio antes de que se cayera y lo recuperó para el pueblo convirtiéndolo en ayuntamiento.

Y ya estamos alcanzando el final de este gran recorrido por algunas calles de Albox y algunos de sus lugares más emblemáticos. Ahora pasaremos a contar nuestra última historia y hablaremos de los muros de la rambla.